Laicado pide al gobierno nacional dialogar con la Iglesia y sociedad venezolana



El breve dialogo se suspendió en mayo de 2014; y ahora el Consejo Nacional de Laicos pide sea retomado por el gobierno de Maduro

Ramón Antonio Pérez / @GuardianCatolic

Hacemos un llamado al Gobierno Nacional para que inicie un diálogo con el Episcopado Venezolano, y con sectores y organismos representativos de la vida nacional, a los fines de abrir caminos de entendimiento para superar los graves problemas que enfrenta nuestro país”.

Es el petitorio que este jueves 16 de julio hizo el Consejo Nacional de Laicos de Venezuela (CNL), reiterando que “todos somos necesarios para la reconstrucción del país”, según expresaron mediante un comunicado que enviaron a los medios. Consideran que como hermanos “hemos de buscar juntos por la vía del diálogo, las soluciones a nuestros problemas sin visiones ideológicas ni fanatismo”.

El CNL toma para sí la exhortación pastoral: “He visto la aflicción de mi pueblo”, que la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), emitió el 9 de julio, al clausurar la 104º asamblea ordinaria. “Un certero diagnóstico de la dura realidad, la cual nos interpela y expresa las angustias y esperanzas del trabajo pastoral de la Iglesia al servicio de todos los venezolanos”, indican en el comunicado.

Expresan que ningún sector o persona tiene el monopolio de la verdad ni puede erigirse en oráculo de la verdad plena. “Cada quien tiene la obligación moral de aportar lo mejor, en la búsqueda del bien común, teniendo en cuenta los intereses de los más pobres, para que no sean ellos los que carguen con lo más oneroso de las medidas”.

Hacen un llamado al compromiso y a la esperanza. “No al conformismo y a la resignación”, indican. Igualmente proponen salir “al encuentro de la gente con decidida voluntad para transmitir que es posible superar las dificultades del presente. Debemos a tal fin, facilitar ámbitos de encuentro, diálogo y reconciliación”.

¿Qué país quieren los venezolanos?

El Consejo Nacional de Laicos, igual que los obispos, desea construir una Venezuela “que ame la paz”. Un país “donde haya seguridad para trabajar, producir y compartir, donde se destierre la prédica estéril y dañina de catalogarnos por las diferencias, por el odio de clases, por la exaltación del enfrentamiento, idealizando el nacionalismo vacío, la violencia o la guerra, en el que la fuerza puede más que la razón”.

Desean un país “que promueva la unión de las familias divididas, enfrentadas, dolidas por la ausencia de los seres queridos que han tenido que emigrar, o que han sido víctimas de la violencia y ya no están entre nosotros”.

No empecinarse en erigir la polarización, las diferencias, la negación a reconocer al otro y dialogar con el arma del poder. “Que destierre de raíz la cultura de la muerte, la épica del armamentismo y militarismo, la imposición de una única forma de ver el mundo”.

En el comunicado también han convocado “a participar activamente y de manera responsable, libre y democrática en el proceso electoral del 6 de diciembre del 2015”.

¿Hasta cuándo sin mediación y sin diálogo?


El papa Francisco ha tenido muy presente la situación de Venezuela, tanto en sus oraciones, intercambios con los obispos y en sus audiencias públicas. El tema de la mediación estuvo presente, este 13 de julio, en sus conversaciones con los periodistas mientras retornaba a Italia desde Paraguay, donde culminó su gira en Latinoamérica.

No hay ninguna mediación”, indicó el Santo Padre cuando fue consultado sobre los esfuerzos que desde el Vaticano se realizan para que el gobierno venezolano y la oposición retomen el diálogo. No obstante, admitió que la Conferencia Episcopal Venezolana viene haciendo gestiones para “crear un poco de paz” en el país.

Cabe recordar que el 10 de abril de 2014, con el nuncio apostólico, monseñor Aldo Giordano, como mediador de buena fe, representantes del gobierno encabezados por Nicolás Maduro, y de la oposición, se reunieron en el palacio de Miraflores.


Todo duró hasta de 13 de mayo, cuando Ramón Guillermo Aveledo, anunció la suspensión de los contactos hasta que el gobierno ofreciera “hechos concretos”. Maduro respondió el 14 de mayo: “Yo no me voy a parar de la mesa de diálogo, espero que ellos tampoco se paren”; sin embargo, las partes no han vuelto a reunirse. Es lo que ahora reclama el Consejo Nacional de Laicos, a un año y un mes de distancia.



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